Tu actitud contribuye al éxito

Un estudio atribuido a la Universidad de Harvard encontró que cuando una persona realiza un trabajo, 85% del tiempo se debe a su actitud, sólo 15% del tiempo es debido a qué tan inteligente es o a cuántos hechos y datos conoce.

¡Sorpresivamente, casi el 100% de la inversión en la educación van a los hechos y datos que son responsables por el 15% del éxito en el trabajo!.

La actitud es la palabra más importante en el lenguaje. Aplica a cada esfera de la vida, incluyendo la vida personal y profesional.

• ¿Un ejecutivo puede ser buen ejecutivo sin buena actitud?
• ¿Un estudiante puede destacar sin una buena actitud? 
• ¿Un pariente, maestro, vendedor, empleador, amigo o empleado, ser bueno en su rol sin buena actitud?

El cimiento del éxito sin importar el campo de acción que se escoja es la actitud. Si la actitud es un factor de éxito tan crítico, ¿no deberías examinar tu actitud hacia la vida y preguntarte cómo afecta tu actitud a tus objetivos?.

Toma en cuenta lo siguiente:

• La oportunidad siempre está debajo de nuestros pies. No tenemos que ir ningún lado, todo lo que tenemos que hacer es reconocerla.
• El pasto del vecino siempre se ve más verde. Mientras pintamos de verde el pasto del vecino, hay otras personas pintando de verde nuestro pasto y estarían felices tomando nuestro lugar.
• Cuando la gente no sabe reconocer las oportunidades, se quejarán del ruido que hace cuando toca a su puerta.
• La misma oportunidad nunca toca dos veces. La siguiente puede ser mejor o peor, pero nunca será la misma

Nuestra actitud determina como miramos un percance. Para el pensador positivo puede ser un escalón hacia el éxito. Para el pensador negativo, puede ser una roca inamovible.

Un ejemplo de lo anterior es la historia de David y Goliat:

Todos conocemos la historia de David y Goliat. Había un gigante que molestaba y amenazaba a los niños del pueblo. Un día un niño de 17 años vino a visitar a sus hermanos y les preguntó: “¿Porqué no confrontan al gigante?”. Los hermanos muy asustados respondieron: “¿No te das cuenta que es muy grande como para pegarle?”; pero David respondió: “No, es suficientemente grande como para no pegarle”. El resto es historia y todos sabemos qué pasó: David mató al gigante con una onda y una piedra. El mismo gigante, diferente percepción.

 

Cuando alguien dice “no lo puedo hacer”, puede tener dos posibles significados: están diciendo que no saben o que no quieren hacerlo. Si están diciendo que no saben cómo, es un problema de aprendizaje. Si están diciendo que no quieren puede ser un problema de actitud (no les importa) o un problema de valores (creen que no deberían hacerlo).

No somos un brazo o una pierna, somos una persona completa. Por ese motivolos problemas del trabajo, de la casa y los sociales, tienen un impacto en cada aspecto de nuestras vidas. Toma cualquiera de esos problemas y extrapólalo a tu vida familiar, o tu trabajo, a tu gobierno o cualquier otro aspecto de tu mundo y se verá claramente afectado.

Ahora bien, ¿qué factores que determinan nuestra actitud? ¿Nacimos con actitudes o las desarrollamos conforme maduramos? ¿Cuáles son los factores que forman nuestras actitudes?

Si tienes una perspectiva negativa de la vida debido a tu ambiente, ¿puedes cambiar tu actitud?

La mayor parte de la actitud se construye en nuestros años formativos. Hay principalmente tres factores que determinan nuestra actitud: 

1. Ambiente.  

El ambiente tiene que ver con diferentes aspectos, por ejemplo:

• Hogar (influencias positivas o negativas)
• Escuela (presión de los compañeros)
• Trabajo (supervisores que dan apoyo o que sobre-critican)
• Medios (televisión, periódicos, revistas, radio, películas)
• Origen cultural
• Origen religioso
• Tradiciones y creencias
• Ambiente social
• Ambiente político

Todos estos factores ambientales crean cultura. Cada lugar, la casa, el trabajo o el país, tienen una cultura.

¿Has notado que a veces entras a una tienda y te encuentras con empleados muy educados y luego vas a otra tienda y todo mundo es desconsiderado y hasta grosero? Lo mismo sucede en los hogares, en algunos los niños y los padres se portan bien, son corteses y considerados y luego vas a otro hogar y todo mundo pelea como perros y gatos.

En los países donde el gobierno y el ambiente político es honesto, generalmente encontrarás gente honesta, respetuosa de las leyes y servicial. En un ambiente corrupto, las personas honestas se la pasan mal y en un ambiente honesto, las corruptas son las que se la pasan mal.

En un ambiente positivo, una persona con mal desempeño lo incrementa. En un ambiente negativo, una persona con buen desempeño lo disminuye

Debemos detenernos a mirar que clase de ambiente hemos creado para nosotros mismos y para aquellos a nuestro alrededor. Es difícil esperar un comportamiento positivo en un ambiente negativo. Donde la violación de las leyes es una regla, los ciudadanos honestos se vuelven deshonestos, corruptos y ladrones.

¿No es tiempo de evaluar el ambiente que en el que estamos o hemos creado por otros?

2. Experiencias

Nuestro comportamiento cambia de acuerdo a nuestras experiencias con la gente y eventos en nuestra vida. Si tenemos una experiencia positiva con una persona, nuestra actitud hacia ella se hace positiva y viceversa.

3. Educación

Aquí me refiero a educación formal e informal, no sólo a los estudios. El conocimiento estratégicamente aplicado se convierte en sabiduría que asegura el éxito. Hablo de educación en el sentido más amplio.

Nos ahogamos en información pero nos morimos de hambre de conocimiento y sabiduría. La educación nos debe enseñar no sólo como ganarnos la vida, sino cómo vivir. 

La gente con actitud positiva suele ser atenta, confiable, paciente y humilde, tienen altas expectativas de sí mismos y de otros y se anticipan a lo que viene. Una persona con actitud positiva es como una fruta de todas las temporadas, siempre es bienvenida.

¿Pero a todo esto, qué beneficios hay en ser una persona con actitud positiva?

Hay muchos y son fáciles de ver, pero hay que tener cuidado porque lo que es fácil de ver también es fácil de obviar.

• Incrementa la productividad
• Fomenta el trabajo en equipo
• Resuelve problemas
• Mejora la calidad
• Mejora el ambiente y las relaciones entre las personas
• Alimenta la lealtad
• Eleva las ganancias
• Reduce el estrés
• Ayuda a la gente a convertirse en un miembro de la sociedad que contribuye positivamente y es valioso para su país
• Crea una personalidad agradable
  

¿ Las consecuencias de una actitud negativa?

Nuestra vida es una carrera de obstáculos y nos convertimos en nuestro obstáculo más grande teniendo una actitud negativa. La gente con actitud negativa tiene dificultades para conservar amigos, trabajos, matrimonios y relaciones. Su actitud los lleva a:

• Amargura
• Resentimiento
• Una vida sin propósito
• Mala salud
• Altos niveles de estrés para sí mismo y para otros

La gente con mala actitud crea un ambiente negativo en casa y en el trabajo y se convierte en una carga para la sociedad. Contagian su comporta negativo a los demás y a las futuras generaciones.

Y si es así, y nos damos cuenta de nuestra actitud negativa,, ¿porqué no cambiamos? 

La naturaleza humana es resistente al cambio. El cambio es incómodo, independientemente de si es un cambio positivo o negativo. A veces no sentimos tan cómodos con nuestra negatividad que incluso cuando un cambio es positivo, no queremos aceptarlo, nos quedamos con lo negativo.

Charles Dickens escribió acerca de un prisionero que estuvo encerrado muchos años en un calabozo. Después de cumplir con su sentencia, obtuvo su libertad. Fue llevado de su celda a la luz de la libertad. Este hombre miró alrededor y después de unos momentos se sintió tan incómodo con su libertad recién adquirida, que pidió que lo regresaran a su celda. Para él, el calabozo, las cadenas y la oscuridad eran más seguros y cómodos que aceptar el cambio de libertad y el mundo abierto.

Ahora que conoces más acerca de la actitud, ¿cómo es la tuya? ¿hay alguna cosa que podrías mejorar?

En el siguiente artículo escribiré acerca de cómo construir una actitud positiva. 

Fuente: Tú puedes ganar, Shiv Khera